Los seguros estadounidenses se digitalizan: 3 ideas clave para 2023

Estados Unidos cuenta con un mercado de seguros bien establecido que combina los métodos tradicionales de publicidad directa con estrategias de marketing telefónico y en línea. Ahora vemos que los consumidores americanos están más dispuestos que nunca a utilizar los servicios en línea y optimizar sus datos. Estas son las principales conclusiones de la 9ª edición de nuestro Estudio Mundial del Consumidor ( EMC) en EE.UU. y cómo pueden aprovecharlas las aseguradoras para empoderar a los consumidores.

¿Cuánto saben los estadounidenses sobre seguros?

En la edición de este año del EMC, pusimos a prueba los conocimientos de la gente sobre seguros. Descubrimos que el nivel de conocimientos sobre seguros de los consumidores estadounidenses era ligeramente superior a la media mundial (6,61/10 frente a 6,25/10).

Sin embargo, estos conocimientos no se distribuyen por igual entre las generaciones: mientras que los encuestados de la Generación Silenciosa en EE. UU. obtuvieron una puntuación media de 8,52/10, sus homólogos de la Generación Z solo alcanzaron 4,99/10. Las diferencias generacionales de este tipo han sido habituales en los resultados de este año, pero parecen más pronunciadas en Estados Unidos.

También hay que señalar que los consumidores estadounidenses utilizan múltiples vías de acceso a Internet para informarse y contratar seguros. Los estadounidenses que respondieron a nuestro cuestionario utilizaron con más frecuencia los servicios en línea para obtener un presupuesto o una recomendación de seguro (34,5%), seguidos de la transmisión de datos o documentos personales (29,8%) y el pago de una prima de seguro (28,8%). Los datos son muy similares a las tendencias mundiales, lo que indica que los consumidores estadounidenses están muy interrelacionados con el movimiento mundial hacia la digitalización.

Curiosamente, a pesar de tener un buen conocimiento de los seguros, la mayoría de los encuestados estadounidenses nos dijeron que aún deseaban más conocimientos sobre seguros (54,2%). Los principales productos en los que podría ser útil una mayor formación son las pensiones y los seguros, en los que los consumidores estadounidenses consideran que sus conocimientos son más escasos.

Los estadounidenses están dispuestos a compartir sus datos

Nuestros encuestados estadounidenses también se mostraron dispuestos a compartir sus datos con las aseguradoras para permitirles evaluar el riesgo. Curiosamente, el 80,5% de ellos se sentían cómodos o muy cómodos compartiendo información sobre el empleo.

Le siguieron la disposición a compartir datos sobre siniestros anteriores (79,2%) y revisiones médicas (76,7%), respectivamente; en ambos casos se sentían más cómodos que la media mundial de encuestados. La posibilidad de obtener un descuento fue el principal motivo, ya que tres cuartas partes de los encuestados estadounidenses estaban interesados en una posible reducción de las primas de seguro a cambio de esta información.

A la hora de hacer una reclamación, el método preferido por las generaciones de más edad es el teléfono, mientras que para los mileniales y la generación Z es Internet. Dado que algunas aseguradoras estadounidenses todavía sólo ofrecen tramitación de siniestros por teléfono, esto pone de manifiesto la necesidad de que las aseguradoras se digitalicen para atraer a los consumidores de la siguiente generación.

Las aplicaciones de salud y el deseo de estar en forma

Los datos del EMC de este año muestran que el uso de aplicaciones de salud y bienestar físico no hace más que aumentar: más de la mitad de los encuestados de todo el mundo tienen una aplicación de este tipo (51%). En Estados Unidos, la popularidad de éstas aumenta casi otro 10%.

Curiosamente, las mujeres parecen tener un apetito muy superior por las aplicaciones de salud en general que los hombres: el 68,9% de las estadounidenses posee una, frente a tan sólo el 45,5% de los hombres.

Nuestra investigación mostró que los de la Generación Boom y la Generación X utilizan estas aplicaciones de salud en general más que los encuestados de la Generación Millennial y la Generación Z en EE.UU., aunque esto puede explicarse teniendo en cuenta que muchas personas mayores recurrieron a las aplicaciones como una forma de mantenerse en forma durante Covid-19.

Para las aseguradoras, la advertencia aquí es no caer en la suposición de que las generaciones más jóvenes serán más propensas a utilizar aplicaciones de salud y bienestar. De hecho, todos los grupos de edad en Estados Unidos (posiblemente aparte de la Generación Silenciosa) muestran su deseo de utilizarlas. Las aseguradoras deben tener en cuenta esta diversidad a la hora de crear y comercializar sus aplicaciones.

EE.UU. fue incluído en el último EMC entre otros 22 mercados mundiales. Con una muestra representativa de 1.018 personas, tratamos de entender cómo las aseguradoras pueden empoderar a los consumidores.

Más información sobre el EMC aquí.